Rapé Canela de Velho

El Rapé Canela de Velho es uno de los más fuertes entre las variedades disponibles. Es profundo, aporta gran conexión a tierra, y es muy intenso; incluso abrumador.   Realiza una limpieza física y energética profunda, por lo que la purga es bastante posible.

 

El rezo y la intención deben desempeñar un aspecto importante en el uso de cualquier Rapé, y en éste en particular es fundamental. 

 

Se recomienda encontrar un espacio cómodo y adecuado, y tiempo para integrar su efecto. Es prudente comenzar con una cantidad pequeña e irla aumentando a medida que se gana familiaridad con la medicina.

 

-Intensidad: Fuerte, adecuado para usuarios avanzados.

-Chacras:Tercer chacra (Plexo solar) y segundo chacra (Bazo o  Sacral)

-Tribu: Elaborado por la tribu Kuntanawa

-Composición: Es elaborado con la preciada ceniza de la corteza del árbol Canela de velho (Miconia albicans), tabaco amazónico, y otras plantas medicinales sagradas del amazonas.

-Tamaño: Frascos de 10 ml (8 a 9 gramos)

-Uso:   Curiosidad etnobotánica. Uso exclusivo para estudio científico, histórico y ritualístico.

25,00

Canela de Velho

El Rapé Canela de Velho se elabora con la amada ceniza de la corteza del árbol Canela de Velho (Miconia albicans). Cinna de velho, es una planta arbustiva (0,7-3 m de altura) de la familia Melastomataceae, que es originaria de América del Norte y del Sur.

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Canela de Velho se ha utilizado como remedio para una amplia variedad de dolores crónicos en las rodillas, la columna y las articulaciones durante siglos.


Partes utilizadas: Partes aéreas de la planta (hojas) para consumir en forma de té, y corteza para hacer tabaco.
Principios activos: flavonoides y compuestos triterpénicos (ácido oleanólico y ácido ursólico).

 

fotografía de la tribu Kuntanawa

Tribu Kuntanawa

La tribu Kuntanawa, o como se llaman a sí mismos “Gente del coco”, siempre han usado plantas para conectarse con los seres y los espíritus del bosque, a través de ellas aprendieron a curar a su tribu con sus propias medicinas tradicionales, y siempre han defendido su espiritualidad como su principio de existencia.