Rapé Manchineri

Este Rapé es elaborado por la pequeña tribu Manchineri de Brasil.

Es un rapé gris, ligero y fresco. Está elaborado por indígenas con una conexión muy especial con los seres de la naturaleza. Entre sus ingredientes tiene tabaco y cenizas sagradas del árbol Thiwru (visionario).

Como indican los Manchineri, “Esta planta nos conecta con los seres de la naturaleza”. El Manchineri Rapé es perfecto para ceremonias, sanación espiritual y para abrir y activar la visión.

Es un rapé de primera categoría, una preparación magistral y escasa, ya que sólo se consigue en cantidades limitadas.

20,00

Sin existencias

Tribu Manchinery

Los Manchineri son una tribu que vive mayoritariamente en el territorio brasileño, en la Tierra Indígena Mamoadate y en la Tierra Indígena Cauchal Guanabara.

Los Manchineri comparten con los Piro, de la Amazonía peruana, la lengua Aruak (de la rama Maipure) y gran parte de su sistema social y cosmológico.

Entre los Manchineri, la familia básica está formada por el abuelo, la abuela, los hijos y los nietos. Cuando no viven todos en la misma casa, ocupan residencias cercanas, en el mismo terreno. Sin embargo, cada pareja tiene una plantación separada.

Manchinery y Chamanismo

La palabra que utilizan los Manchiney para designar al chamán es «Karrunhoti».

«Había un Karrunhotí. Fui solo a matar para tomar «cipó». Sólo iba con quien iba a curar. Ató una hamaca al árbol y bebió. Al día siguiente la persona estaba bien. Estaba igual como el Tuxau [el jefe político], era más que el Tuxau. Yo conocía otras cosas diferentes al Tuxau. Él ponía la hamaca y se ponía a cantar, y cuando llegaba el momento decía «ven acá». uno que estaba enfermo, lo que podía sacar de él, lo que no podía chupar. Al día siguiente estaba bien. (Charuto, hijo de un famoso chamán manchineri, Ananías Batista).

Una señal de que el sujeto puede iniciarse en la adquisición de las técnicas del chamanismo es el encuentro con seres sobrenaturales, que enseñan a los aprendices de chamán, como el «Caboclinho del Mato», principalmente durante las sesiones de ayahuasca.

Según la cosmología, el «Caboclinho del Mato» es un hombre pequeño que vive en el monte. Era un indio que quedó encantado de tanto sacar la hierba. Fue transportado al mundo espiritual con su cuerpo físico, sin pasar por la muerte. También es quien administra, por ejemplo, cuánto se puede cazar.

La adquisición del poder de un Karrunhotí, antes de ser conquistado, se transmite a la persona como ser físico o espiritual. El proceso de formación de Karrunhoti es un medio por el cual el cuerpo y la mente se preparan para percibir y recibir conocimiento.

Cosmología Manchinery

Para los Manchineri, los «otros mundos» se mezclan con este, sin distinguir barreras claras. Se manifiestan según el estado de conciencia en el que se encuentra el individuo. Aunque estas alteraciones no pasan necesariamente por el uso de sustancias alucinógenas, el aumento de este estado llega con el uso de ayahuasca, bastante común entre los manchineri.

En el principio de los tiempos, los pueblos de los «cipó» (lianas) se transformaban en seres encantados, pues eran llevados vivos al cielo. Estos seres ayudan al chamán en sus tareas. Pero para poder ir al cielo es necesario abstenerse del mundo de la caza. La iniciación como chamán convierte al sujeto en un mal cazador, porque puede conversar con los animales y reconocer en ellos parientes, lo que dificulta matarlos.

Según la mitología, la ayahuasca se descubrió de la siguiente manera: un chamán encuentra en el monte a un ser, el «cipó» que antes de identificarse como tal dice ser una persona del género femenino. El «cipó» le indica al chamán cómo debe proceder para prepararlo y con qué debe mezclarlo -con hojas y especias- para que el efecto sea completo.

Según los Manchineri, la incorporación de sal a la dieta (resultado del contacto con personas no indígenas) representa el fin de la capacidad de transformar al ser humano en seres diversos. Hoy en día, los hombres ya no se transforman en animales porque tienen sal en el cuerpo. La sal, cuando emerge, rompe lo que antes era una continuidad entre lo dulce y lo amargo.